“Cíclica y Nómada” nace desde mi historia de mujer viajera a finales de 2017, justo cuando iniciaba una aventura que gesté durante 10 años, que era viajar siendo nómada por los caminos de la vida, con mi casa rodante y mi familia.
Lo lancé con la idea de ser un lugar de crecimiento, encuentro y aprendizaje conmigo misma, pero también con otras mujeres y el mundo. Siendo un proyecto semilla, muy personal y con una clara raíz de ser cíclica, como yo.
Así creé una web-blog en donde escribía que este era el proyecto más personal que había mostrado en mi vida por redes sociales, y que por supuesto, formaba parte de mi preciosa hija idea: LA TRIBU LUNERA como un espacio más , donde compartirme (esta vez personal, más yo, sin ser “acompañante”, terapeuta o Doula, sin filtros ni máscara, ¡a la aventura!) desde mi cuerpo menstruante, mi historia de madre viajera y mi hermosa compañera de vida: la escritura.
Durante dos años y un poco más, el proyecto fue creciendo y abrí los “Talleres Nómadas luneros” por toda España, además de una cuenta familiar en Instagram, compartiendo también nuestra experiencia de viajeros nómadas (aquí la puedes ver)
A través de esas “actividades nómadas” pude llevar sesiones, talleres, retiros, ceremonias, encuentros, charlas y círculos de mujeres por distintos territorios del estado español. La propuesta fue muy hermosa porque me ofrecía con el corazón a llegar a cualquier lugar y eso en mií trajo una raíz muy bonita y gratificante como mujer al servicio. Sentía que abría mi corazón para nuevas formas de hacer, de aprender, de entregarme, de servir y una vez más, de verdad, con mucha fé y confianza, de soltar expectativas y planes, y vivir lo que tocara vivir, lo que la vida quería traerme, a donde Ella quisiera que yo aportara mis manos al servicio y mi corazón gigante o toda la medicina que estaba destinada a ser…Grandes caminos se abrieron, tanto personal como profesionalmente y fue uno de los grandes, grandes, grrrrrandes aprendizajes de esta vida nómada:
Soltar. Entregarme. Tener fé y agradeSer cada tramo.
Nacieron vínculos nuevos con las mujeres que me contactaban voluntariamente para ayudarme a convocar a la tribu de mujeres en su ciudad, aldea o pueblo. Muchas, a día de hoy me acompañan ya como amigas… Ellas, “las anfitrionas luneras” fueron fundamentales para que esa hermosa semilla diera tantos frutos. Independientemente de que saliera el taller o no (porque no todo sale siempre como una espera o quiere, y así tiene que ser), aprendí a recolocar mi profesionalidad, mi entrega a esta hija idea para mujeres (a este proyecto amoroso que tanto muta, me hace aprende y trae, en sus casi seis años de vida…), a tener tiempos de quietud y de no hacer, a vincularme desde otro lugar con la “mujer acompañante”, terapeuta y “mujer medicina” que quiero ser, soy y elijo seguir siendo. Y reconocí la increíble capacidad que tengo como animalota, de adaptarme y avanzar. De ir más allá, siendo mujer resilente, empática, amorosa y nutridora; profundamente creativa y con muchas, muuuuuchas ganas, de seguir sosteniendo espacios de amor, gozo, cuido y tribu.
¡Gracias a todas las mujeres que fueron, estuvieron y sostuvieron conmigo todo esto! De todas aprendí. Con todas viví este sueño.

Así fui creciendo yo en este sueño humilde, al mismo tiempo que crecía esta hermoso espacio “Cíclica y nómada” como proyecto, que poco a poco fue convirtiéndose en otro “tipi” más de esta Tribu Lunera que es mi hogar.
Y así llegó, en mi propio proceso personal de ser madre de nuevo, perder a mi bebe y entrar en un proceso de duelo y re-nacimiento, el despertar de ser “Discípula de pájaros”.
Es difícil explicar esta parte del proyecto con palabras, todavía. Aún queda mucho por hacer… Pero digamos que, ésa fue la parte más íntima, profunda y majestuosa que hice conmigo misma en toda esta aventura. Fue un proceso de reconciliación con la muerte muy medicinal para mí, que trajo mucha cura, visión y amor para seguir nutriendo mis proyectos.
Así empecé a escribir mucho (¡muchísimo!) con el deseo de contaros este hermoso y gran cuento, en alguna ocasión…
Entonces, ¿qué es es este proyecto?
¿Qué es realmente “Cíclica y Nómada ahora?
Un proyecto muy íntimo, complejo y simple a la vez, que pretende desde el amor visibilizar el ciclo menstrual desde mi experiencia personal de mujer-madre-animalota-viajera de la vida.

Un retorno constante hecho fuego, hacia el encuentro con la Mujer Salvaje.
Una puerta abierta en una gruta de una preciosa cueva, en donde encontrarnos juntas habitando nuestros cuerpos menstruantes y cíclicos, en un canto de palabras-pájaros.
Un ritual permanente hecho imágenes, experiencias encuerphadas, procesos habitados y memoria viva, en homenaje a mi hija que se fue y trajo una de las medicinas más fuerte de mi vida, que me acompañará por siempre.
Un rezo abierto y alto para la Vida que me atraviesa y nace en cada poro, para lo cotidiano, para los ciclos y todas las que soy y somos.
Una historia por contar, que se crea bosque, montaña, arroyito de agua, selva, olivar, campo de margaritas, siemprevivas y amapolas, poema que narrar, mar y hoguera, a cada paso que doy… A cada tramo que recorro.
Un diario de amor propio que abro al mundo, porque sé que el mundo es un lugar de gozo, crecimiento y aprendizaje, en donde no somos nada más que tejido y a él debemos volver… A él, con este diario virtual, con este proyecto semilla, lo vengo a honrar.

Cíclica y nómada desde esta actualidad (Diciembre de 2020) es un proyecto-semilla, al cual le ha salido brotes que estoy aprendiendo a cuidar, como un canto de aguas que se escucha cada vez más cerca en mi, en mi útera.. Y que quiero compartir contigo.
Su gestación fue muy humilde, como nacen las cosas importantes, que se cuidan con detalle y mimo desde el principio.
Su parto puro fuego que liberó y trajo a la Mujer Río, a la Mujer Muerte y a la Discípula de pájaros. Y todas ellas, convocaron, sostuvieron y gozaron de aunar la Tribu de Mujeres, mi labor como acompañante holística femenina, con la aventura y gloria de una vida viajando en autocaravana.
Ahora, en su corto, suave y amoroso crecimiento; que es como un cuento que poco a poco se va escribiendo, narrando y convirtiéndose en niña-cuento, en niña-palabras-pájaro, te traigo un blog personal, que es bitácora menstrual donde compartir contigo mi aventura cíclica, las mujeres que soy, las muertes, mis campos fértiles, mis derrotas y caídas, mis herramientas y virtudes, y los vuelos altos por los mundos que transito…
Éstas son mis entrañas. Esta mi luz. Ésta mi semilla floreciente…
Gracias infinitas por estar aquí, conmigo, abierta a lo que el latido de este brote traiga…
Que nuestro paso sea firme, hermana, hermano.
Que nuestro retorno a lo salvaje sea pasos diarios para el alma.
Con amor,
Gratitud y alas,
Rosa Bellido.